El registro del evangelio apoya el hecho de que las personas son redimidas con el propósito de la adoración. De hecho, lo que encontramos es que cuando la gente ve la verdad de Cristo, tienen una respuesta inmediata de adoración, dan honor, homenaje, respeto, reverencia, adoración, y alabanza a Dios mismo. Por ejemplo:
Mateo 2:11
“Y al entrar en la casa, vieron [los sabios del versículo 1] al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”
Lo primero que estos sabios hicieron cuando entraron en Su presencia fue postrarse y adorarle.¿Por qué? Porque esa es la respuesta inicial a la realidad de Cristo.
Mateo 8:1-2
“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.”
Usted ve, el leproso sabía quién era Jesús, por lo que éste respondió en adoración.
Mateo 9:18
“Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.”
Mateo 14:33
Después los discípulos vieron a Jesús caminando sobre el agua y calmar una tormenta, el versículo 33 nos dice:
“Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.”
¿Ve?, quien quiera que sea, cuando sea, donde sea, la respuesta espontánea e instantánea a Cristo es adoración.
Mateo 15:25
“Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: !!Señor, socórreme!”
Mateo 28:9
“he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: !Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.”
Mateo 28:16-17a
“Pero los once discípulos se fueron a Galilea,(A) al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.”
Juan 9:31
Jesús sanó a un hombre que nació ciego. Al ser interrogado por los fariseos acerca de eso, Jesús dijo:
“Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí escucha a los que le adoran y le obedecen.” (B. Leng Actual)
Este hombre hace un contraste interesante y dice que sólo hay dos clases de personas – los que Dios oye, y aquellos a quienes El no oye. La gente que no escuchan son los pecadores, y la gente que oye son adoradores. Así que el contraste es entre los pecadores y los adoradores. De hecho, todo el mundo se puede dividir en “pecadores” y “adoradores”. Por lo tanto, ser salvo significa ser un adorador.
John Macarthur
No hay comentarios:
Publicar un comentario